Acabas de terminar tu curso de kitesurf y decides que quieres seguir sobrevolando el mar armado con tu cometa, ¡bien! El siguiente paso es hacerte con el material que mejor se ajuste a tu estilo, a tu envergadura y a tu destreza. Pero la oferta de tablas de kitesurf es amplia, ¿con cuál te quedas?
Para tomar una decisión tendrás que analizar los datos sobre tu tabla ideal. Es una inversión bastante importante, y más teniendo en cuenta que puede que a medida que evolucionas como kiter cambien tus preferencias. No te agobies, hay de todo y para todos; el primer paso es informarte en tu centro de kitesurf de cabecera.
Antes de tirar de cartera recuerda que siempre te queda la opción de alquilar tu equipo de kite, por supuesto. Y en todo caso, conviene que tengas unas nociones básicas para saber elegir tabla. Aquí, más que hablarte de tipos de tablas, te damos las directrices básicas que debes conocer.
Las características básicas de una tabla de kitesurf
Las características más relevantes de una tabla de kitesurf son el flex y el rocker. Llamamos flex a la flexibilidad (en efecto, lo que sospechabas), mientras que el rocker es la curva que presenta la tabla vista de perfil de extremo a extremo. Esta curvatura ayuda en el waterstart (a arrancar), hace que la navegación sea más fluida y ofrece libertad de movimiento.
El calado de la tabla, llamado el cóncavo, es el arco que hay en la parte inferior de la tabla de kite y sirve para canalizar el agua proporcionando más velocidad, permitiendo más control que una tabla plana. El contorno u outline de la tabla es el contacto que tiene con el agua; cuanto más redondo, mejor jibing o navegación surfera.
La talla en las tablas de kitesurf
¿Que en qué consiste lo de la talla? En principio, cuanto más corta sea la tabla, mejor la controlarás: los pies se apoyan casi a cada extremo y el llegar bien a ellos te permite reaccionar con rapidez y soltura. Una tabla más ancha hace que puedas navegar en una ventana de viento más amplia. Pero claro, esto tiene unos límites.
A la hora de elegir tu tabla de kitesurf debes tener en cuenta tu altura y tu peso. En función de esos dos datos se encontrarás más cómodo con una tabla más o menos larga y más o menos ancha.
Así que la talla no es un número o una letra, sino una orientación aproximada de las medidas de la tabla a partir de tu peso y estatura (intervienen otros factores, desde el estilo a las condiciones climáticas, pasando por tu talla de pie; pero eso lo dejaremos para más adelante).
Aquí te dejamos unas proporciones aproximativas:
Peso (kg) | Largo de la tabla (cm) | Ancho de la tabla (cm) |
100+ | 145 | 46 |
85-100 | 142 | 41,5 |
70-85 | 139 | 41 |
65-70 | 136 | 40,5 |
50-65 | 133 | 40 |
40-50 | 130 | 39 |
Un estilo, una tabla… o no
Hay tres grandes tipos de tablas en kitesurf, seguro que ya lo sabes: twintip (la que es chata por ambos lados), surf/wave (la más alargada y que tiene punta) e hydrofoil (la que tiene una quilla enorme debajo). Pero eso no quiere decir que cada tabla sirva para practicar un solo estilo, y a menudo existen variaciones…
Entonces, ¿por dónde empezamos? Lo habitual para principiantes o si te gusta hacer “un poco de todo”, la tabla ideal es la más polivalente. En ese sentido lo aconsejable es una twintip, para hacer freeride con poco viento o freestyle (si lo que te gusta es el popping, busca una tabla ancha y dura con mucho agarre).
Pero también puedes hacer freestyle con poco viento (o wave kite, por supuesto) con tablas surf. Y parecido ocurre con las hydrofoil, pero en su forma particular, para practicar freefoil, wavefoil y, con ciertas cometas, litesurf.
Entonces, ¿cuál sería mi tabla?
Pues depende. Un consejo en el caso de ser tu primera compra de material de kitesurf es que te hagas con la cometa más polivalente que encuentres.
El precio (de 400 a 1000 euros) es otra variable muy a tener en cuenta; si piensas revender tu board cuando quieras cambiarla, lo tendrás más fácil con las marcas más conocidas.
Eso sí, intenta no mezclar marcas al elegir una barra, aunque muchas prometen ser de adaptación universal no siempre casan como te gustaría y la cometa no se comporta tan bien como con la barra de su mismo fabricante.
Tienes por delante un camino emocionante para hacerte con tu equipo, si no de una vez, poco a poco. Lo que está claro es que el kitesurf te ha conquistado; lo importante es buscar tu comodidad y dar con el equipo que te haga sentir que eres uno con el viento.