Cada vez son más las personas que se animan a sumarse a la práctica de deportes náuticos. La verdad es que concretamente el windsurf y el kitesurf se han puesto muy de moda en los últimos años y no paran de sumar aficionados. Si a ti también te ha picado la curiosidad y estás pensando en apuntarte a un curso de kitesurf, quizás te preguntes cuáles son las diferencias entre ambos deportes.
A primera vista, el kitesurf y el windsurf tienen muchas cosas en común, la principal es el medio en el que se practica. Pero como en todo, surgen opiniones y preferencias. A continuación hablaremos de cuáles son las diferencias más significativas que encuentran quienes practican estos dos deportes, así podrás saber cuál va más contigo.
Windsurf y kitesurf: ¿vela o cometa?
Ambos deportes derivan del surf, pero la principal diferencia se encuentra en la equipación. En el windsurf se utiliza una tabla con vela, mientras que en el kitesurf entra en juego una cometa o parapente que permite al kiter elevarse ¡casi hasta el cielo!
Las condiciones climáticas tienen una gran importancia. El control de las corrientes de aire es fundamental para la práctica del kitesurf, sin embargo, en el windsurf lo más importante es controlar el deslizamiento por el agua y la dirección para lograr buenos saltos y piruetas.
Lo idóneo para practicar de manera continua cualquiera de estos deportes es vivir al lado del mar o cerca de él. No obstante, con unas condiciones favorables para ello, ambos deportes podrían practicarse en lagos o ríos. Eso sí, nada como el mar abierto y las fuertes corrientes de viento para disfrutar al máximo de la adrenalina.
¿Cuál de los dos es más fácil?
Ambos deportes requieren de mucha práctica, resistencia, equilibrio y, por supuesto, que no te dé miedo el agua. Pero quienes han probado o practican los dos deportes, suelen afirmar que los comienzos en el kitesurf son más sencillos.
En el kitesurf la evolución suele ser muy rápida y en poco tiempo se puede lograr empezar a dar saltos y planear. El windsurf, sin embargo, requiere de mucho entrenamiento y sacrificio. El avance y los progresos son más lentos, ya que es necesario tener un fondo físico mínimo y más conocimientos para el control de la vela.
Esto explicaría el boom del kitesurf y que tanta gente comience a practicarlo. Con un curso de kitesurf de unas quince horas, la mayoría de los alumnos se sienten capaces de empezar a practicar por su cuenta con seguridad. No olvides que hay algo que sí que es imprescindible para los dos deportes: ¡tener muchas ganas!
¿Qué hay que tener en cuenta respecto al material?
Algo que también debemos pensar antes de apuntarnos a un curso de kitesurf y que marca una gran diferencia es el material necesario. No tanto por el coste económico, que es similar en ambos casos, sino por el volumen y espacio que ocupan los equipos.
Las velas, los mástiles y las tablas de windsurf son más grandes y requieren de más espacio, tanto a la hora de almacenarlo como a la hora de transportarlo. Así que, aunque optes por alquilar la equipación o comprarte una furgo para poder transportar todo sin problemas, sí que requiere de un desembolso importante.
Eso sí, los windsurfistas se ahorran tener que desenredar minuciosamente las líneas del kite cada vez que salgan del agua, algo que requiere de una gran paciencia. Todo tiene sus pros y sus contras…
¿Y en cuanto al precio?
Practicar casi cualquier deporte tiene su precio. Aunque comencemos con un material más sencillo y básico, según avancemos nos surgirán nuevas necesidades y deseos. Querremos mejorar nuestro equipo, comprarnos una tabla de mayor calidad y tener siempre todo a punto.
Teniendo en cuenta esto y todo lo que venimos diciendo, el windsurf suele considerarse más caro. Y material, transporte y almacenaje aparte, es así especialmente por las horas de formación que vamos a necesitar antes de empezar a manejarnos con soltura.
No obstante, la sensación de libertad y adrenalina al practicar ambos hará que merezca la pena, y mucho. Ojo, que estos deportes acaban creando adicción y acaban siendo imprescindibles en la vida de sus devotos. Pero, ¿qué mejor que apasionarnos por una vida sana y divertida?
¿Con cuál te quedas?
Después de leer esto o si ya practicas alguno de estos deportes, cuéntanos… ¿tú por cuál te decantas? ¿O eres de los que opina que no hay porqué elegir pudiendo probar los dos?
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