El kitesurf es uno de los deportes que te brindan, aparte de chorros de adrenalina, una mayor sensación de libertad. Pero, aparte de responsabilidad, la libertad implica riesgos… Eso lo saben todos los que hacen un curso de kitesurf (porque te lo explicamos en la primera clase). Y sin embargo desde nuestro cuartel general de Tarifa seguimos viendo algunas malas prácticas que convendría evitar.
En efecto, aunque el kitesurf es apto para todos los públicos, cuerpos y edades, hay una serie de dos y don’ts, como dicen los modernos (y los ingleses, claro). Al fin y al cabo, no dejas de tener entre manos unos elementos que te lanzan a 40 km/h sin gran dificultad (y a más de 100 km/h cuando eres un experto) No es para tomárselo a broma.
Así que en este texto nos vamos a centrar en lo que NO debes hacer para poder practicar kitesurf con garantías de disfrute y seguridad (para ti y para los demás, que nunca estamos solos en la playa).
1. Lanzarte por tu cuenta
Puedes empezar a practicar algunos deportes acuáticos sencillamente con cuatro consejos de un amigo, acompañado de algún otro practicante y, sin prisa y con un poco de práctica, ir mejorando rápidamente. No es el caso del kite. Aquí necesitas cierta formación teórica (el viento, el material) y sobre todo práctica (armar el kite, hacer body drag, alejarte de la orilla…). ¡Es imperativo que hagas un curso de kitesurf!
2. Olvidar tus límites
Como todo deporte, en el kite vamos de menos a más… Pero aquí los excesos de confianza pueden pagarse caros, sobre todo si no sabes cómo parar a tiempo (ver otra vez el punto 1). No solo es que se deban acatar ciertas normas y procedimientos de seguridad, es que te puedes llevar un buen susto. Así que disfruta de cada momento sobre la tabla y no tengas prisa, que ya empezarás a dar saltos…
3. Volverte loco comprando material
Un clásico. No te líes a comprar material antes de haber hecho el curso porque, aunque encuentres buenos asesores en las tiendas especializadas de kitesurf, tu instructor sabrá orientarte acerca de lo que necesitas para tu kit de iniciación. Y piensa que probablemente pronto definirás mejor tu estilo y tus gustos, y puede que quieras cambiar…
4. No cuidar tu equipo
Otro clásico: el entusiasmo por lanzarse al agua es inversamente proporcional al que se tiene por limpiar y guardar adecuadamente el equipo. Y eso nos pasa factura a medio plazo, cuando nos encontramos la cometa enredada y la tabla llena de salitre. Fíjate en los expertos; para disfrutar a tope este deporte de agua extremo hay que dedicarle un poco de tiempo a la limpieza y la recogida del equipo…
5. No consultar el estado del tiempo
No, no vale con chuparse el dedo y ver hacia donde sopla Eolo. Es fundamental saber cuándo puedes ir a surfear y cuándo no, yen qué forma y condiciones. Porque dependemos del viento, y el viento nos da unas pautas y nos marca unos límites a la hora de buscar la libertad. Y más si ésta consiste en sobrevolar las olas arrastrado por el viento que sopla dentro de una cometa a la que vas conectado…
6. Ir sin seguro
Los kitesurfers usamos casco por algo. Y a veces los golpes no te los das tú, sino otros… Y viceversa. Sobre todo cuando el spot está hasta arriba de kitesurfers y sabiendo por ejemplo cómo se porta el levante aquí en Tarifa… No deberías practicar este deporte sin un seguro de responsabilidad civil porque no es imposible que lesiones a alguien o que se te rompa tu material en un mal golpe.
7. Ir con miedo
Ante todo, ¡mucha calma! Es normal estar en tensión al principio, y se necesitan unas doce horas para empezar a controlar. Pero piensa que lo mejor es ser relajarse y dejar que las fuerzas del aire y del mar fluyan entre tus cuerdas. El crispamiento, agarrarte demasiado fuerte, presionarte, solo te traerán molestias musculares y desmotivación.